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Expedición con el apoyo de la colegio de Sydney

America del Sur sin motor

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17 etapa - Roraima

fecha de inicio actividad pais lugar desde - hasta dias km km/ dia comentario
19.09.2013
descansar
Brasil
Manaus
1
0
0
20.09.2013
preparación
Manaus
1
35
35
autorización para cruzar Reserva de Indiana, comprar de patines
21.09.2013
bicicleta
Reserva de Indiana
Manaus - Jundia
2.5
372
148
en Jundia yo mandé bici y empiece con patines
23.09.2013
patines, caminar
provincia Roraima
Jundia - Rorainopolis
3
136
45
26.09.2013
bicicleta
Rorainopolis - Novo Paraiso
0.5
35
-
27.09.2013
patines, caminar
Novo Paraiso - Iracema
2.5
160
64
29.09.2013
bicicleta
Iracema - Boa Vista
0.5
102
-
30.09.2013
descansar
Boa Vista
1
0
0
01.10.2013
bicicleta
Brasil, Venezuela
Boa Vista - Santa Elena de Urien
0
0
0
03.10.2013
descansar
Venezuela
Santa Elena de Urien
1
0
0
total
0
0
0

“La gente que te entienda te acabará disculpando” - Esta fue una de las frases que tuve que oír en la negociación para poder entrar en la reserva india sin vehículo autorizado. Pero no hubo nada que hacer contra la burocracia.
A veces, ante la rigidez del sistema solo cabe rendirse o... buscar una alternativa
A unos chicos que iban delante mío no les dejaron entrar aunque prometieran salir de la reserva por la tarde. Estuve buscando información por internet y no saqué el agua clara, todo muy confuso.

Suerte que mis amigos confían mucho en mi y eso me motiva a seguir luchando. Había la opción de recorrer el río durante cientos de kilómetros en contra de la corriente. No es imposible pero si muy duro. También es verdad que alguien me dijo
“si fuera tan fácil no sería tan satisfactorio”.
Decidí en Manaus luchar contra los funcionarios. Menos mal que siempre hay alguna alma caritativa que intenta ayudarte y al final, después de llamar a muchas puertas conseguí reunirme con alguien con responsabilidad en el tema. Y aunque hubiera una barrera lingüística entre nosotros, Vincent fue muy comprensivo. El idioma no es problema cuando de verdad se quiere entender al otro. Le tuve que explicar mi proyecto, lo que pretendía hacer y cómo; cruzar la reserva en patines.
-¿Cómo que no se puede? Si no voy a interferir en la vida de los indígenas, no hay poblados por mi camino. Entonces iré nadando... ¿Tampoco puedo? ¿Pasa por sus tierras? Pues tendré que rodear la reserva y eso representa un mes extra de trabajo durísimo!
Intento disimular mi desesperación pero mi cabeza empieza a pensar cosas disparatadas como entrar en la reserva sin permiso, mejor será que mis pensamientos no salgan a la superficie. En esos momentos recupero la idea inicial.
-¿Y si me comprase una bici? ¿Entonces podría cruzar la reserva en un día, verdad?
Veo el brillo en sus ojos, se le dibuja una sonrisa, empezamos a hablar de los detalles, datos, número de pasaporte y por fin salgo de la oficina con el permiso oficial. Quiero gritar de la alegría pero contengo mi euforia. Un papel es mucho pero no garantiza el éxito. Depende de quien esté en la entrada.

Comprar patines de mi tamaño no fue fácil. Calcetines sintéticos aún más complicado. Solo tuve una tarde para entrenarme un poco.
Solo me había puesto unos patines de ruedas una vez en mi vida y fue hace 20 años. Afortunadamente se patinar sobre hielo y es casi lo mismo.
Por terreno plano o en subida, ningún problema. Es como montar en bicicleta que no se olvida. Las curvas también aprendí rápido a tomarlas. Lo más difícil era frenar.
Estuve mirando vídeos en internet para informarme un poco. Si la velocidad era moderada no debería tener muchos problemas.

Al día siguiente estoy ultimando cosas de mi lista y quiero salir ya. Pero me doy cuenta de una cosa: ¿Cómo ir bajando?
Una consulta rápida en youtube, memorizo las técnicas y luego solo tengo que hacer lo mismo en la práctica.

La salida norte de Manaus tiene mucho tráfico y muchas subidas, todo lo contrario que la salida sur. Si lo hubiera sabido antes le hubiera puesto las marchas a la bici y no tendría que ir empujando.

Después de dos días llego a la puerta de entrada de la reserva. Los indios Waimiri Atroari no quieren hablar conmigo, percibo en sus ojos el rechazo. Quizá sus abuelos les contaron las atrocidades que el hombre blanco les hizo a su tribu. Tienen razón, fueron maltratados en el pasado y entiendo que no nos reciban con los brazos abiertos. Les enseño el papel pero hoy ya no me van a dejar entrar. Tengo que volver mañana por la mañana. No se si mi autorización tiene algún significado para ellos. Creo que posiblemente también me dejarían pasar sin ella.

A la salida del sol me presento ante ellos. Dejan claras las condiciones: nada de fotos, películas, no puedo tomar agua ni hacer paradas durante el camino. Tengo que recorrer 125 km. La reserva es un paisaje salvaje, precioso. Abundante agua y rodeado de jungla. No hay rastro de presencia humana. Los loros gritan algo indescifrable a su paso por la carretera, la pared verde de la selva guarda sus secretos. Agua cristalina parece brotar de todos sitios.

Bum! Se me bloquea una rueda. Mi portaequipajes se ha roto y una maleta se enganchó a la rueda trasera... Por favor, ¡aquí no! No repasé mi bicicleta después de la última etapa. Seguramente algunos saltos sin control por culpa de los baches de la carretera debieron estropear el portaequipajes. Sacó mis herramientas rapidamente y intento repararlo para poder seguir rodando porque sinó los guardas de la reserva me cogerán y me subirán a su camión (un vehículo con motor, nooo). Alguien para a mi lado y me pregunta si todo va bien.
-Claro, claro, solo estoy revisando mi maleta, ya voy...
Con el portaequipajes arreglado ruedo como un loco intentando evitar los socavones de la carretera. A las 2 de la tarde ya me encuentro en un paraíso mental también, he superado el último obstáculo formal!

Me pongo los patines pasado el pueblo porque me da vergüenza que me vea la gente. Aunque mi mochila sea muy ligera (3 kg) los primeros pasos son inseguros y es una lucha entre la fuerza de la gravedad y mi equilibrio. Tras unos momentos de dudas le voy cogiendo el tranquillo, en llano y subidas no hay problema. Pero las bajadas las tengo que hacer poco a poco, haciendo eses para no coger demasiada velocidad. A pesar de las precauciones no puedo evitar acelerarme y entonces necesito ocupar más espacio en la carretera. Me da miedo las consecuencias de lo que pueda pasar. Tenía que ir frenando para poder ir de una manera más segura por el carril izquierdo, a salvo del tráfico, metiéndome en el arcén si fuera necesario.

Paso el ecuador y me hace mucha ilusión hacerlo de una manera tan original. Estoy justo aquí en el momento en el que el Sol está en su punto más alto. Al mediodía mi sombra es muy pequeña justo por debajo de mis pies. A partir de ahora me calentará la espalda en lugar de darme de frente.

Después de tres días volví a subir a mi bicicleta pero había algo que me faltaba, así que cuando llegué al siguiente pueblo envié la bici con una empresa de autobuses otra vez y me puse los patines durante 150 km más. Me gustó mucho. A veces el mal estado del asfalto no ayudaba mucho, los pies me dolían, pero aún así fue muy divertido.

Al final las ruedas de los patines estaban tan hechas polvo que apenas podía descender con garantías, pero en el llano trabajé duro. Cuando llegué al último pueblo vi que mi bicicleta aún no había llegado. Continué con mi camino porque afortunadamente estamos en Brasil y mi acuerdo con el responsable de la distribución es que el autobús del día siguiente me la entregaría cuando me viera al pasar. Esto no es Europa donde me dirían que las leyes no permiten al autobús parar entre los pueblos.

En Boa Vista le puse las marchas a mi bicicleta porque me esperaba una fuerte pendiente en mi camino hacía la frontera venezolana. Me ayudaron mucho en la tienda de bicicletas P.P. Pecas . En general, los brasileños son muy acogedores y prácticos. Además, aquellos que pudieron aprovecharse de mis circunstancias para pedirme más dinero, muchas veces me hacían un precio más barato.

pais dias alimento alojamiento pagado (numero) permisos, admisiones guias equipo compra, alquiler equipo y otras flete *transporte otro total
Brasil, Venezuela 15 $308 (3) $31 $0 $0 $335 $96 $0 $25 $795
patines $148
zapatos de correr 87$
reparar de bicicleta y instalación de cambiar $93

 

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